Por qué ser sapo si se puede ser príncipe…. (PRIMERA PARTE)

 

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Pensé una y mil veces como comenzar a escribir este artículo, como se dice en buen cubano de que rama agarrarme para que no queden ganas de tumbarme a pedradas, pero indagando llegaron los argumentos difíciles de revocar que no hace falta tener trucos bajo la manga solo hay que describir la realidad más que objetiva.

Comencemos con un vistazo a los torneos nacionales de 4 de los deportes colectivos con mayor convocatoria del país, dos que se discuten la popularidad como el béisbol y el fútbol. Nuestro deporte nacional tiene sin dudas la más solida estructura competitiva que se muestra en la actualidad con sostenidos campeonatos de las categoría cadete y juvenil, hasta el año pasado una justa sub 23 y como guinda del pastel el torneo élite, si a esto le sumamos las provinciales se juega  casi todo el año con sobrada cobertura mediática, sino fuese así mi madre no se lamentaría tanto de que la bendita pelota nunca se acaba para ver sus novelas en paz.

El baloncesto por su parte tiene una Torneo de Ascenso que termina con una Liga Superior con los mejores elencos sumando entre ambas competiciones meses de competencia. El fútbol ahora con un torneo de apertura y otro de clausura igual sumando varias semanas y jornadas. Aclaro que todos estos  insuficientes y con muchas dificultades pero que a la larga mantienen a sus participantes en juego una parte prolongada del año. Otra historia es la del voleibol, esta disciplina está años luz de tener una lid nacional  que por lo menos le permita jugar y mantener a los voleibolistas en ritmo.

Hagamos un desglose de lo que en materia competitiva tiene el deporte de la malla alta en el país, comencemos con el femenino, el torneo juvenil es casi con las mismas participantes  que el de mayores porque en Cuba quedan ya muy pocas jugadoras de primera categoría, remítanse a las edades de los últimos seleccionados nacionales y se darán cuenta, es bien corto donde hay chicas con buenos somatotipos, las mismas que luego juegan la competencia de mayores con 6 equipos y solo 10 partidos, por ejemplo la última se iba a desarrollar del 18 al 28 de marzo, una decena de días y cumplimos el plan competitivo del año. ¡¡¡ QUÉ BÁRBARO!!!Las del centro de alto rendimiento a prepararse como triatletas con una sobre carga de físico y las que son elegidas  participan en escasos torneos. El evento élite tiene 6 equipos el que queda último baja y el primero de la liga B cumple con un sistema de ascenso y sube. Luego se escogen refuerzos y no a la forma televisiva del béisbol, es a suerte y verdad, levantas el teléfono llamas y pides lo que te hace falta para completar tú equipo, si te quedaste dormido bailaste con la más fea, ese día ETECSA si o si tiene que ser tu aliada, muchos no me dejarán mentir al respecto, maquiavélico proceso desequilibra los planteles, incluso atletas que podrían ser titulares en otros elencos estén condenadas al banco, por corto tiempo sí, pero el único existente para mostrarse. En cuanto a las conformaciones de los planteles más del 80 por cientos están entre juveniles y cadetes. Ya van 3 años, este iba a ser el cuarto, que el torneo de féminas se desarrolla en Camagüey.

Pasemos a los chicos, en la miseria competitiva nacional del deporte,  perdón el término pero para mí escasa le queda bastante enorme para lo que realmente pasa, se puede decir que son más privilegiados, han rotado de sedes competitiva, son 8 equipos así que en vez de 10 suman 14 los partidos, bajan los dos últimos y suben los dos primeros de una casi fantasma liga de ascenso. Estos elencos se refuerzan de una forma más equitativa para que prime la competitividad y en el último año hasta disfrutaron de la presencia de la televisión.

Después de un vistazo por arriba, sin profundizar en instalaciones, balones y otras cosas que afectan a todos los deportes en nuestro país y concentrarme solamente en torneos nacionales en cuanto a juego y duración nace la pregunta: ¿Se merece el voleibol cubano ser el sapo del cuento? ¿Tendrá méritos para ser tenido aún más en cuenta? Sobre ello me centraré en los siguientes párrafos.

El pasado año este deporte fue el mejor en la modalidad de colectivo en el país por la actuación del masculino, ganadores del NORCECA, del panamericanos del deporte, medalla de plata en los Juegos Panamericanos, ganador del boleto de la región para participar en el Challenge clasificatorio para la VNL(Liga de las Naciones de Voleibol), y con varios jugadores acaparando titulares en la prensa internacional, entre ellos Simón, campeón de la Liga Italiana y de la Champion League de Europa. En el presente 2020 el campeón del mundo de clubes tenía en sus filas a 3 nacidos en la Isla; quedaron a un set de clasificar a los Juegos Olímpicos, dando un salto extraordinario en el ranking mundial y si fuera poco el único equipo de conjunto en participar en una Olimpiada en los últimos 8 años, a ello le sumamos en estos últimos 4  plata y bronce en mundiales de categorías U21 y U23.

Si vamos a reconocimiento internacional, los voleibolistas nacidos y formados en Cuba están en la cúspide de la escala mundial, nombres como Wilfredo León, Yoandy Leal, Osmany Juantorena y Robertlandy Simón están en el top 20 de mejores del mundo y entre los 5 primeros en sus posiciones. Si hacemos un paralelo con el fútbol de nuestro archipiélago salió el Messi o el Cristiano pero en el volei. Esto no pasa en ningún otro deporte colectivo teniendo en cuenta hasta el béisbol.

En cuanto al argumento histórico están las 3 medallas de oros olímpicas de las morenas del Caribe, tener a jugadoras consideradas entre las primeras del mundo en la historia de este deporte como Regla Torres, la espectacular Mireya Luis y a Eugenio George un ícono entre los entrenadores del orbe y el principal exponente de un sistema que hizo historia como fue el 4-2. Es decir que se sobran pretextos para ser tenidos más en cuenta en el sistema competitivo del INDER .

El contexto actual nos muestra para bien a nuestras principales figuras en contratos foráneos, repartidos por toda Europa y Latinoamérica, en clubes de marcada calidad como la Lube Civitanova (ITA) y el Sada Cruzeiro (BRA). Atrás quedan una camada de noveles con deseos de seguir los pasos de sus compañeros y llegar a insertarse en ese mundo, pero el camino está lejos de ser coser y bordar. Este tiempo de receso obligatorio ha servido para devorar en casa diversas charlas, entrevistas, clases técnicas y materiales diversos sobre voleibol y  conocer que el mercado de pases está lleno de jugadores para una demanda que no es tan amplia y ligas matizadas por cupos limitados para extranjeros. En esta especie de feria de atletas se mezclan factores como rapidez de los agentes, gestión personal, la mano amiga o el gancho que te da un conocido ya encaminado, calidad del producto, dineros destinado, proyectos pero lo que sí es un factor común que todos los voleibolistas tienen en su carpeta horas de juego acumuladas y es ahí que los jóvenes de la isla pierden casi por blanqueada.

Después de todos estos argumentos y sabiendo que nuestro Torneo Nacional es una forma de marcar la tarjeta y decir que hubo campeonato, nos tocaría preguntarnos: ¿Cómo hacemos para que la cantera cubana del voleibol tenga una competencia más digna ? ¿Tiene Cuba tabloncillos para hacerlo? ¿Se podría organizar una lid vistosa y que sea un espectáculo? ¿Estarán pensando los directivos de la Federación Cubana darle el lugar que se merece a este deporte? Menos para la última, a todas las demás trataré de darle posibles soluciones, total como reza el argot popular soñar no cuesta nada. (CONTINUARA)

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